domingo, 30 de marzo de 2014

Of monsters and men - Dirty Paws.

Suena Of monsters and men en Spotify, necesito algo tranquilo pero que no duerma. 

Este último mes ha sido muy, muy intenso: mis padres han venido a visitarme; Hannah, una amiga de Irlanda, ha estado una semana en mi casa; he comido fuera, tanto en restaurantes conocidos como nuevos que iré comentando; he ido al teatro y salido de fiesta; he estudiado, hecho exámenes y estado hasta arriba de prácticas. En resumidas cuentas, NO HE PARADO.

Por si esto fuera poco, me he dedicado a descubrir blogs por Internet en adelante y espero empezar a cumplir mi propósito de actualizar cada semana; esto no puede seguir así.

Con tanto que contar una no sabe muy bien por donde empezar, por lo que comenzaré por ayer e iré retrocediendo en el tiempo con lo que os cuente en las próximas entradas. 

Mi amada compañera de piso (María, Mery para mí) y yo decidimos que era buena idea hacer una mini escapada por Madrid. Nada raro, comer fuera, tomar un buen postre y realizar unas compritas. Personalmente, salir sin reserva en un sitio, sin un plan fijo, me resulta bastante difícil; me gusta tener todo bien organizado, a poder ser con una semana de antelación, y que los planes no se cancelen, cancelar compromisos está muy mal visto. Pero bueno, haciendo un esfuerzo allá nos fuimos al centro.

A las 14.30 h estábamos caminando por Sol, Montera, Hortalezas y Fuencarral en busca de un objetivo y, tras anotar un par de restaurantes para nuestro próximo plan, decidimos deleitar nuestro paladar con un restaurante italiano.


¿Lo que más me gustó de la carta? Poder elegir en tres pasos tu plato:


1. La pasta.
2. La salsa.
3. Recipiente.

Nunca había visto tanta facilidad para satisfacer los gustos del cliente aunque, fiel a mi estilo, pedí lasaña (concretamente de verduras) como hago siempre que voy a un italiano. Aún así, me quedé con las ganas de probar la pasta negra, es probable que la próxima vez escoja los 3 pasos y me sorprenda un poco a mí misma.


María se decantó por un risotto de espárragos trigueros y trufa, también muy bueno.


Detalles que me gustaron:
1) Tras pedir y antes de comer nos pusieron pan y aceite J

NOTA: Los palitos de pan nos los comimos antes de la foto ¡upss!

2) El local. Mesas bajitas, cuadradas y de cristal; sillas amplias, cómodos sillones, espejos en el techo, camareros y camareras italianos, servicio rápido. En fin, que recomiendo comer en La Nicoletta



¡Aquí os dejo el ticket y la dirección para que toméis nota y os hagáis una ligera idea de los precios!





Sin embargo, todo esto no nos bastaba y decidimos que un buen postre con un café calentito en ese día de lluvia era la mejor opción. Nos dirigimos por tanto a La harina donde el personal es extremadamente amable. Nos pusieron una mesita dentro porque estaba lleno, fueron muy, muy, muy, muuuuy majos y las tartas estaban buenísimas. Además, la decoración era espectacular; adjunto fotos.









Dos cafés con leche, tarta de zanahoria y tarta de chocolate blanco, ¡marchando! 

Lo malo de estos rincones es que suelen ser un poquito caros. Hace un par de semanas, cuando Hannah estuvo aquí fuimos también a otro llamado La cocina de mi vecina, que probablemente comentaré en la próxima entrada.

Aún así, os dejo el ticket y la dirección por si algún día estáis golosos.





RESUMEN DEL DÍA:





La semana que viene, David Llosa y yo, iremos a un griego. ¡Me encanta probar la comida típica de los diferentes lugares del mundo!
Dejando a parte sitios a los que ir, hace una semanita vi Kill Bill Vol. 2.



Y me dispongo a hacer un comentario MUY, MUY, MUY, MUUUUUY breve, que por supuesto no se merece, pero tampoco quiero resaltar mucho más. Me ha gustado, de hecho me ha gustado más que la primera. Se me ha hecho realmente corta y, aún así, Pulp Fiction me sigue pareciendo mejor.

Por una vez no me esperaba así el final, puede que fuese porque se me olvidó ese detalle, pensé que acabaría usando la katana. Me quedo con el momento de angustia encerrada en la caja, y destaco lo moníiiiisima que es la niña. 

Si segundas partes nunca fueron buenas, esta película es la excepción. Totalmente recomendable, Tarantino me espera esta noche con DJANGO. ¡Un besito!



-Alba Enríquez.


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